Residencia en EE.UU.: Obligatoriedad de portar la Green Card
En un giro que ha generado desconcierto entre la comunidad migrante, las autoridades estadounidenses están aplicando con mayor rigor una norma que muchos consideraban olvidada; portar la documentación migratoria ya no es una sugerencia, sino una orden con consecuencias legales para los residentes permanentes
La creciente preocupación entre los titulares de green cards en Estados Unidos se debe a la estricta aplicación de una ley de 1952, que exige la portación física de la tarjeta de residencia. Aunque la multa por incumplimiento es de hasta $100 dólares o 30 días de cárcel, la aplicación de esta norma, según expertos, ha aumentado significativamente en los últimos meses.
Según Carlos Moctezuma García, abogado de inmigración con 15 años de experiencia, la situación actual difiere notablemente del pasado. "Nunca había visto un caso penalizado por esto", afirma, destacando el cambio en las estrategias de las autoridades. Esto se refleja en:
- Un incremento significativo de redadas en lugares públicos como centros comerciales y transporte público.
- El despliegue de puestos de control móviles en áreas con alta concentración de migrantes.
- Una mayor colaboración entre agencias locales y federales en la aplicación de la ley.
García recomienda llevar siempre fotocopias certificadas de la green card como medida de precaución, aunque reconoce que algunos agentes insisten en la presentación del documento físico. Esta exigencia contrasta con los esfuerzos del gobierno por digitalizar trámites gubernamentales.
La aplicación de la norma parece ser selectiva, con reportes de operativos concentrados en:
- Zonas con alta presencia de trabajadores informales.
- Paradas de transporte público.
- Estacionamientos de grandes centros comerciales.
Un aspecto alarmante es la detención de individuos que, portando licencias de conducir estatales, fueron procesados por no llevar su green card física. La CBP justifica la medida como una forma de "proteger a los residentes legítimos del robo de identidad", pero grupos de derechos civiles la denuncian como una estrategia intimidatoria, generando incertidumbre y temor entre la comunidad inmigrante.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) reafirma la necesidad de portar la green card físicamente, dejando a muchos residentes permanentes en una situación de vulnerabilidad y expuestos a posibles sanciones, a pesar de su estatus legal.