Aumenta el flujo migratorio en la frontera entre México y Estados Unidos

Baja a mínimos históricos en junio con 6,070 detenciones, 15% menor al récord que se estableció en marzo

Aumenta el flujo migratorio en la frontera entre México y Estados Unidos

Un mínimo histórico en el cruce de inmigrantes por la frontera suroeste de Estados Unidos ha sorprendido a los analistas. En junio, solo 6,070 inmigrantes fueron detenidos, una cifra sin precedentes que eclipsa incluso los mínimos de marzo pasado, según datos oficiales del gobierno.

Esta drástica reducción, celebrada por la administración Trump como un triunfo de sus políticas de seguridad fronteriza, ha generado un intenso debate. Mientras la Casa Blanca atribuye el descenso a la eficacia de sus medidas, críticos argumentan que la disminución podría reflejar factores externos, como cambios estacionales o una mayor dificultad para cruzar la frontera debido a la creciente militarización de la misma.

El dato de 6,070 detenciones, un 15% inferior al récord de marzo (7,180), representa un descenso significativo. Incluso el 28 de junio se registró la cifra más baja en un solo día en 25 años: apenas 137 detenciones en toda la frontera suroeste. A nivel nacional, la Patrulla Fronteriza detuvo a 8,039 personas, otro mínimo histórico.

No obstante, la ausencia de liberaciones de inmigrantes detenidos, incluidos solicitantes de asilo, por segundo mes consecutivo, plantea interrogantes sobre el trato humanitario dispensado a los migrantes. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) reportó 25,243 encuentros, el número más bajo de su historia; sin embargo, la falta de claridad sobre si esta cifra incluye a inmigrantes indocumentados ya presentes en Estados Unidos genera dudas sobre la verdadera dimensión del fenómeno migratorio.

La propuesta de presupuesto del presidente Trump, con más de 64,000 millones de dólares para la construcción del muro fronterizo y 70,000 millones para la detención de migrantes, refleja la continuidad de una política fronteriza agresiva. Se planea contratar a más de 20,000 nuevos agentes para CBP y el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), lo que intensificaría aún más la presencia de las fuerzas del orden en la frontera.

El futuro de la política migratoria estadounidense, y la interpretación de estas cifras históricas, permanecen en el centro del debate político y social del país, con implicaciones de largo alcance para la relación entre Estados Unidos y México, y el destino de miles de inmigrantes.