Alcatraz de los caimanes: el controvertido centro de detención de migrantes en Miami
El gobierno de EE.UU. construye en los Everglades, Florida, un controvertido centro de detención para migrantes apodado “Alcatraz de los caimanes” por su ubicación remota y condiciones extremas
En medio de la polémica, el polémico centro de detención de migrantes en los Everglades, Florida, avanza hacia su inauguración. Bautizado irónicamente como "Alcatraz de los Caimanes" por el fiscal general de Florida, James Uthmeier, este centro, ubicado a 70 kilómetros de Miami, ha generado una ola de protestas que ha trascendido las fronteras estatales. La readaptación del Aeropuerto de Entrenamiento y Transición Dade-Collier, en una zona pantanosa de valor ecológico inigualable, ha sido criticada duramente por organizaciones defensoras del medio ambiente y los derechos humanos.
La ACLU ha liderado la carga contra la construcción, calificándola como una muestra de "crueldad institucionalizada". El aislamiento del centro, rodeado de pantanos y fauna peligrosa, se presenta como un elemento disuasorio contra posibles fugas; sin embargo, para los críticos, representa una estrategia para eludir la supervisión y perpetuar abusos contra los migrantes detenidos. La preocupación por las condiciones de vida en el centro, sumado al impacto ambiental irreversible en los Everglades, declarado Reserva Internacional de la Biosfera por la UNESCO, ha intensificado el debate nacional.
Financiado principalmente por FEMA, el proyecto forma parte de la dura política migratoria impulsada por el gobierno republicano de Florida, amparado en poderes de emergencia otorgados al gobernador Ron DeSantis. La falta de transparencia y la omisión de consultas públicas previas a la construcción han enfurecido a las autoridades locales de Miami-Dade, quienes expresan sus temores sobre las consecuencias negativas para el ecosistema y la población local. La capacidad del centro para albergar a más de mil personas ha generado alarma ante la posibilidad de una crisis humanitaria en ciernes.
El futuro de "Alcatraz de los Caimanes" permanece incierto. Mientras el gobierno federal se aferra a la narrativa de una solución eficiente y rentable a la crisis migratoria, la comunidad local, incluyendo las tribus indígenas Miccosukee, continúa su lucha contra la apertura de esta instalación, planteando serias dudas sobre la sostenibilidad de un proyecto que se perfila como un símbolo de la represión migratoria en Estados Unidos, y un severo daño a un entorno natural único e irremplazable. La inauguración, prevista para las próximas semanas, se espera bajo un manto de protestas y un ambiente de tensión política y social palpable.