Informe: FBI almacena ADN de 133,000 menores migrantes
En México, la discusión sobre la privacidad de datos personales está en constante evolución, especialmente con el auge de la tecnología y la creciente interconexión digital. La protección de la información sensible, como los datos médicos o genéticos, es un tema de vital importancia para la sociedad
Más de 133,000 menores migrantes, algunos de apenas cuatro años, tienen su ADN almacenado en la base de datos del FBI, una revelación que ha generado un debate nacional en Estados Unidos. Este impactante hallazgo, publicado recientemente por Wired, desvela una práctica controversial que pone en tela de juicio los límites de la seguridad nacional y la privacidad individual.
El Combined DNA Index System (CODIS), el sistema de indexación de ADN del FBI, alberga estas muestras recolectadas por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). La agencia argumenta que esta práctica, que se intensificó a partir de 2020, es necesaria para rastrear posibles criminales y proteger la frontera. Hilton Beckham, vocero de CBP, declaró a NewsNation que la recolección se limita a individuos arrestados por cargos penales federales o extranjeros detenidos bajo la autoridad de CBP.
Sin embargo, la justificación de la CBP no convence a todos. La retención indefinida de este material genético, especialmente de menores, suscita graves preocupaciones sobre la privacidad. El Departamento de Justicia justifica su posesión alegando la posibilidad de que estos individuos cometan crímenes en el futuro. Pero, ¿justifica este escenario la acumulación masiva de datos genéticos de una población vulnerable?
La magnitud del problema salta a la vista al comparar las cifras: Wired señala que, mientras que en las dos primeras décadas de CODIS se añadieron 25,000 perfiles, el DHS añadió más de 1.5 millones a partir de 2020, incluyendo los más de 133,000 de menores migrantes. Información publicada discretamente, según el reporte, en el sitio web de CBP a principios de este año.
El Centro para la Privacidad y la Tecnología de la Facultad de Derecho de Georgetown ha expresado su profunda preocupación. Stevie Glaberson, su director, advierte sobre la extrema sensibilidad del ADN y los riesgos inherentes a su almacenamiento masivo. "El riesgo no se limita a las personas cuyo ADN se toma; rápidamente, el riesgo comienza a afectar a todos nosotros," afirma Glaberson.
La falta de transparencia y la posible coerción en el proceso, ya que muchos migrantes podrían temer represalias por negarse a entregar su muestra, agravan la situación. La discusión ahora se centra en la necesidad de establecer límites claros al almacenamiento de este tipo de información y en garantizar la protección de estos datos extremadamente sensibles, un debate crucial para el futuro de la privacidad en la era digital.