CBP elimina protecciones para poblaciones vulnerables bajo custodia migratoria
Las políticas migratorias en la frontera sur de Estados Unidos han sido, durante años, un tema de debate nacional e internacional. La atención a los migrantes más vulnerables, especialmente en periodos de flujo migratorio significativo, se convierte en un asunto crítico de derechos humanos y eficiencia gubernamental; recientemente, se han registrado cambios significativos en la forma en que se aborda este complejo desafío
Un informe devastador sobre las fallas en la atención médica de la Patrulla Fronteriza, que culminó con la muerte de una niña de ocho años, ha dado paso a una controvertida decisión de la administración Trump. El comisionado Pete Flores de la agencia de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), bajo la administración Trump, firmó un memorando el 5 de mayo que revoca las protecciones especiales para mujeres embarazadas, bebés, ancianos y personas con enfermedades graves bajo custodia migratoria.
Este memorando, titulado "Rescisión de políticas heredadas relacionadas con el cuidado y la custodia", desmantela las políticas implementadas durante la administración Biden destinadas a mejorar la atención médica y el cuidado de los migrantes más vulnerables. La justificación oficial califica estas políticas como "obsoletas" y "no alineadas" con las prioridades actuales de la CBP, lo que significa una disminución significativa en el acceso a agua y alimentos para embarazadas, la pérdida de privacidad para madres lactantes, y la reducción de la provisión de pañales y fórmula para bebés en los centros de detención, como reportó Wired.
La decisión llega en respuesta a un informe de enero que expone fallas sistémicas en la atención médica proporcionada por la CBP. Este informe, impulsado por la trágica muerte de Anadith Danay Reyes Álvarez, una niña panameña de ocho años con anemia falciforme y cardiopatía fallecida tras nueve días de detención en Harlingen, Texas (superando con creces el límite de 72 horas), detalla graves deficiencias, incluyendo:
- Falta de personal médico cualificado.
- Detenciones prolongadas de niños, exponiéndolos a riesgos innecesarios.
- Falta de documentación y evaluación adecuada de los registros médicos de los detenidos.
- Orientación insuficiente para el tratamiento de menores y personas vulnerables.
- Falta de supervisión efectiva del personal médico existente.
El senador demócrata Jack Durbin, quien dirigió la investigación, advirtió que: "Si bien se tomaron algunas medidas durante la Administración Biden, es necesario hacer mucho más. La supervisión formal de la atención médica de la CBP podría terminar pronto sin intervención judicial". El informe también destaca que en octubre de 2024, 832 niños estuvieron bajo custodia de la CBP por más de siete días y 56 niños por más de 14 días, subrayando la urgencia de la situación.
Aunque el nuevo memorando declara que el personal de la CBP "deberá seguir cumpliendo con todas las políticas y procedimientos establecidos con respecto a la atención médica y los requisitos establecidos en el Acuerdo de Flores", las organizaciones de derechos civiles han expresado su profunda preocupación por la posibilidad de deportación de niños enfermos, separación de familias y dificultades para que los familiares asuman la custodia de menores no acompañados. Este memorando, lejos de solucionar el problema, exacerba las preocupaciones sobre la seguridad y el bienestar de los migrantes más vulnerables.
El futuro de la atención médica en los centros de detención de la CBP, y el impacto devastador en las vidas de miles de personas, permanece incierto y genera una creciente alarma entre activistas y organizaciones humanitarias.