Gobernadora y funcionario de Baja California pierden visas: crece tensión fronteriza

La semana pasada estuvo llena de eventos en la frontera, desde conferencias turísticas hasta… situaciones más complejas; se ha generado un ambiente de incertidumbre en la región, con implicaciones que trascienden el ámbito local

Gobernadora y funcionario de Baja California pierden visas: crece tensión fronteriza

La gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda, y Carlos Torres Torres, coordinador de proyectos especiales en la administración estatal, enfrentan una situación inesperada: la revocación de sus visas estadounidenses. La noticia, que trascendió el fin de semana, ha generado un silencio oficial por parte del Consulado de Estados Unidos en Tijuana, sumiendo el evento en un velo de misterio.

Fue Torres Torres quien primero anunció la noticia, el viernes pasado, explicando que la medida, según las autoridades consulares, se debe a “disposiciones internas del Departamento de Estado de Estados Unidos”, sin implicaciones legales adicionales en México o Estados Unidos. Horas después, la gobernadora Ávila Olmeda, a través de sus redes sociales, confirmó la revocación de su visa, así como la de su esposo, añadiendo una enigmática declaración: “esta situación se está dando en un contexto binacional complejo que requiere de mi serenidad y prudencia.”

El hermetismo que rodea el caso ha intensificado las especulaciones. Algunos apuntan a la nueva política estadounidense de "tolerancia cero", "Catch-And-Revoke", anunciada por el Secretario de Estado Marco Rubio, que permite la revocación de visas por violaciones a las leyes de Estados Unidos, aunque no hay confirmación oficial de que esto sea el motivo en este caso particular.

La participación de la gobernadora en el Tianguis Turístico en San Diego a finales de abril, un evento binacional con presencia de funcionarios de ambos países, incluyendo al Cónsul General Christopher Teal, añade otra capa de intriga a la situación. La falta de una declaración oficial por parte del Consulado de Estados Unidos en Tijuana solo alimenta las especulaciones sobre las verdaderas razones detrás de la revocación de las visas.

Mientras la incertidumbre persiste, la situación deja expuesta la fragilidad de las relaciones internacionales y la opacidad que puede rodear las decisiones de las autoridades estadounidenses en materia de inmigración, generando un debate sobre la transparencia y el impacto de estas medidas en la cooperación binacional.