Silvia Navarro vuelve a Televisa con una interpretación que conmueve y redefine su carrera
La nueva versión de Amor en custodia no viene a recordar lo que fue, sino a abrir heridas que nunca sanaron del todo. Bajo la dirección creativa de Juan Osorio, esta historia no busca imitar el fenómeno de 2005 —esa telenovela que marcó tardes enteras de familias enteras frente al televisor—, sino desenterrar lo que aquella dejó callado: el costo de levantarse cuando nadie te enseñó cómo caer sin romperte.
El icónico melodrama Amor en custodia está de regreso, pero no como lo recuerdas. Bajo la dirección de Juan Osorio, Televisa se propone despojar a la historia de sus clichés de 2005 para ofrecer una versión contemporánea, intensa y con tintes oscuros enfocada en la vulnerabilidad y el poder moderno.
La adaptación, con el título tentativo "Amor en custodia: Nueva generación", redefine a sus protagonistas:
- Juan Manuel Aguirre (interpretado por Daniel Arenas) es ahora un hombre con cicatrices y una moral ambigua, rompiendo el molde del "galán perfecto".
- Paz se transforma de una jefa fría a una madre compleja que lucha por no herir a sus seres queridos. Que probablemente sea Silvia Navarro.
- Bárbara ya no es caprichosa, sino una víctima del vacío emocional de su entorno.
Osorio busca una telenovela que "duela y haga preguntas", utilizando locaciones reales en zonas de élite (Lomas de Chapultepec, Polanco) y una banda sonora innovadora (electrónica y cuerdas) que sustituye el bolero tradicional. La producción, que comienza en diciembre, promete explorar cómo el miedo, el deseo y el poder reescriben las fronteras del amor prohibido en la actualidad.
