Kim Kardashian desmiente rumores sobre la misión lunar

Lo dijo con la serenidad de quien lleva tiempo convenciéndose de algo que nadie más cree. En medio de una charla con Sarah Paulson —actriz de renombre, ganadora de Emmy, acostumbrada a encarnar sombras humanas—, Kardashian le envió una carpeta llena de videos de TikTok, podcasts de YouTube y artículos de sitios que ni siquiera tienen página de “sobre nosotros”. Una frase la detuvo: “No hubo ningún momento aterrador… porque no pasó”. La repitió como si fuera un mantra, como si esa frase, pronunciada por alguien que nunca fue astronauta, tuviera más peso que los registros de la NASA en los que aparecen las huellas de Armstrong en la Luna, grabadas en polvo que nadie ha podido replicar en ningún laboratorio terrestre.

Lo que vino después fue una lista de preguntas que ya habían sido enterradas hace décadas, pero que los algoritmos resucitaron como fantasmas de internet:

• ¿Por qué la bandera ondea si no hay viento en la Luna?
• ¿Por qué no se ven estrellas en las fotos?
• ¿Por qué las huellas de las botas en las imágenes no coinciden con las que están en los museos?

Respuestas sencillas, si uno quiere verlas: la bandera se mueve porque fue movida al clavarla, y el tejido, sin aire que lo detenga, conserva la ondulación como una onda en el agua que se congela; las estrellas no aparecen porque las cámaras estaban ajustadas para captar la superficie blanca y cegadora, no el vacío oscuro; y las botas en los museos son copias usadas para entrenamiento, no las que pisaron el polvo lunar —algo que la NASA ha dicho en entrevistas, documentales y hasta en videos educativos para escuelas primarias.

Pero Kardashian no quería respuestas. Quería que la gente se sintiera como ella: como si hubiera descubierto un secreto que los “expertos” ocultan. Y lo encontró en ese rincón del internet donde lo ridículo se viste de conspiración, y la desconfianza se vuelve orgullo. En el trailer, después de la conversación, un productor la miró a los ojos y preguntó: “Entonces, ¿tú crees que nunca pusieron un pie en la Luna?”. Ella asintió. Sin titubear. Como si esa idea hubiera sido escrita en una pared de su casa.