Daddy Yankee habla de su conversión al cristianismo, divorcio y consejos para la nueva generación
El mundo de la música urbana no solo se mueve al ritmo de los éxitos en las listas, sino también entre contratos, negociaciones y decisiones personales que marcan la trayectoria de sus artistas. Daddy Yankee, una de las figuras más influyentes del género, ha decidido compartir lecciones aprendidas tras décadas en la industria, pero esta vez con un enfoque distinto: "La música es impredecible, y hay que blindarse desde todos los frentes"
El ícono del reggaetón, Daddy Yankee, ofreció una entrevista exclusiva a Billboard donde abordó sin reservas los cambios profundos en su vida: su conversión al cristianismo, el divorcio de su esposa después de casi 30 años de matrimonio y los litigios legales que enfrenta por el manejo de sus negocios.
El puertorriqueño confesó que la autogestión se ha vuelto esencial tras su nueva etapa personal. "Ahora estoy solo, así que debo estar al 100%. Cosas que antes delegaba, ya no", afirmó, explicando que ha tomado el control total de sus asuntos al descubrir que "las reglas del juego cambian constantemente" en la industria.
Consejos para la nueva generación
En medio de sus reflexiones sobre su trayectoria y los retos de la fama, el artista lanzó una clara advertencia a las nuevas generaciones de la música, enfocada en la supervivencia profesional y personal:
- Acuerdos prenupciales: Recomendó a quienes planean casarse en el mundo del espectáculo que lo hagan con un acuerdo prenupcial, considerándolo una cuestión de supervivencia, más allá del romanticismo.
- Aprender a negarse: Hizo hincapié en la necesidad de establecer límites, declarando que el "sacrificio excesivo por otros se normaliza, y no debe ser así".
El artista, quien se encuentra preparando su próximo álbum Lamento En Baile, también confirmó su regreso a los escenarios en los Billboard Latin Music Awards 2025, marcando su primera presentación televisada en tres años. Su historia reciente se configura como un testimonio de éxito, fe, rupturas personales y una constante reinvención en el ámbito profesional.