Cazzu responde a críticas por reactivar su plataforma exclusiva: "Estoy orgullosa porque soy así"

Las redes sociales arden con un debate que mezcla moral, empoderamiento femenino y el eterno doble rasero hacia las mujeres en la industria del entretenimiento. Todo comenzó con una publicación en Instagram que, en cuestión de horas, acumuló miles de comentarios divididos entre el apoyo y la reprobación

Cazzu responde a críticas por reactivar su plataforma exclusiva: "Estoy orgullosa porque soy así"

Cazzu volvió a encender las redes tras anunciar la reactivación de su plataforma de contenido exclusivo. Con un mensaje directo —“I’m back, bitchs”*— y una imagen frente al espejo con vestuario minimalista, la trapera argentina puso nuevamente su estilo sin filtros en el centro de la conversación.

Lo que algunos interpretaron como un movimiento comercial coincidió con el lanzamiento de su nuevo sencillo “Ponte Flow”. Sin embargo, otros usuarios lo convirtieron en motivo de polémica al cuestionar su papel como madre: “¿Es apropiado este contenido ahora que tiene una hija?” o “Qué ejemplo le da”, fueron algunos de los comentarios que se viralizaron.

Los números refuerzan el impacto: con más de 6.7 millones de seguidores en Instagram, Cazzu ya había registrado ingresos de más de 120 mil dólares mensuales en 2022 a través de esta misma plataforma, la cual ahora reporta un repunte del 40% tras la controversia.

Fiel a su estilo frontal, la artista respondió en sus stories: “Me gusta usar poca ropa, me encanta todo lo que hago, estoy orgullosa porque soy así”. Además, cuestionó la idea de que la sensualidad esté reñida con la capacidad de ser madre.

Especialistas señalan que el debate va más allá de la música o la moda. Para la socióloga Daniela Ramírez, se trata de un reflejo de desigualdad cultural: “Cuando un hombre muestra su cuerpo, se le aplaude; cuando lo hace una mujer, sobre todo si es madre, se le exigen explicaciones”.

El caso confirma cómo figuras femeninas como Cazzu deben navegar entre la autodeterminación personal y las expectativas sociales. Mientras sus seguidores celebran su autenticidad, sus críticos siguen reclamando estándares que rara vez se aplican a sus colegas masculinos.