Madonna celebra sus 67 años con una fiesta surrealista en Siena
La reina del pop sigue demostrando que el paso del tiempo no aplica para ella. A sus 67 años, Madonna sigue siendo sinónimo de extravagancia y fiestas memorables
En lugar de optar por una celebración convencional, Madonna volvió a demostrar que lo suyo es reinventarse. Este año, la Reina del Pop eligió la ciudad medieval de Siena, Italia, como el telón de fondo para su cumpleaños, aprovechando la mística del tradicional Palio, una carrera de caballos con siglos de historia.
Sin embargo, lo que realmente acaparó la atención fue la manera en que fusionó lo clásico con lo excéntrico. El pastel, lejos de ser un detalle menor, fue una obra de arte: un enorme Labubu —personaje de la marca Pop Mart— en rosa brillante y con el icónico corsé de Jean Paul Gaultier, el mismo que Madonna inmortalizó en su gira Blond Ambition. Una declaración estética tan audaz como ella.
La fiesta, íntima pero cargada de teatralidad, reunió a sus seis hijos, amigos cercanos y a su actual pareja. Velas encendidas, flores, caballos como parte del decorado y una banda sonora de sus grandes éxitos crearon una atmósfera que mezcló lo ceremonial con lo onírico. Madonna, vestida de negro, bailó como si el tiempo no tuviera poder sobre ella.
Cada elemento, desde los coleccionables hasta los homenajes a su propia historia musical, evidenció una vez más que Madonna no solo celebra años: celebra su narrativa personal. Y lo hace con la misma intensidad que ha marcado cada etapa de su carrera: provocadora, original e imposible de ignorar.