Adiós a Miguel Peña, leyenda de Los Macorinos

Las redes sociales amanecieron con un vacío difícil de llenar. Entre acordes que ahora resuenan a nostalgia, la escena musical mexicana despide a una de sus leyendas más entrañables

Adiós a Miguel Peña, leyenda de Los Macorinos

Un silencio profundo, roto solo por el eco de una guitarra que ya no suena, envuelve la partida de Miguel Peña a los 87 años. El legado del maestro, sin embargo, resuena con la fuerza de mil conciertos.

La noticia, confirmada a través de las redes sociales de Los Macorinos, llegó como un golpe al corazón de la escena musical. Palabras de despedida conmovedoras, llenas de la misma nostalgia y cariño que impregnaban la música del grupo, daban cuenta del vacío irreparable que deja su ausencia. "Como si aún sonara su guitarra, su legado será conmemorado por siempre," escribieron, dejando entrever una promesa de mantener viva su obra.

Fue Natalia Lafourcade quien, con la delicadeza propia de una amiga y colaboradora, compartió el primer mensaje público, un emotivo tributo a su compañero musical: "Miguelito Peña gracias por todos los momentos luminosos". Las imágenes que acompañaron el texto, instantáneas de risas compartidas y momentos mágicos en los escenarios, pintan un retrato inolvidable de la entrañable relación entre ambos artistas.

Los Macorinos, el proyecto que Peña fundó, representaba una filosofía de vida plasmada en su música:

  • Una técnica impecable, fruto de años de dedicación.
  • La calidez humana como sello distintivo de sus melodías.
  • El humor, ese antídoto contra la solemnidad de la vida, siempre presente.

Su colaboración con Lafourcade en el álbum "Musas" (2017) quedó como un testimonio imperecedero de esta alquimia creativa. Canciones como "Tú sí sabes quererme", con sus arreglos exquisitos y guitarras que acarician el alma, son prueba del talento inigualable de Peña.

La sencillez de Miguelito, como lo llamaban sus allegados, era tan grande como su talento. Natalia Lafourcade lo recordó con tres palabras que resumen la esencia del artista: "Recordarte con amor, con música y con humor", un epitafio perfecto para un hombre cuya vida fue una sinfonía de emociones.

Aunque las cuerdas de su guitarra han dejado de vibrar, la música de Miguel Peña continuará resonando en el corazón de generaciones futuras. Su legado, un tesoro de melodías inmortales, seguirá expandiéndose, llevando consigo la alegría, la nostalgia y la profunda humanidad de su obra. Las flores, como dijo Lafourcade, ya han comenzado a llegar, un tributo merecido a un maestro que supo convertir la música en un puente hacia el alma.