Kim Kardashian deslumbra con 400.000 dólares en diamantes Balenciaga, homenaje a Elizabeth Taylor
La escena en París no podía ser más icónica: Kim Kardashian no solo desfiló para Balenciaga en su colección couture otoño-invierno 2025, sino que lo hizo con un toque de leyenda hollywoodense. La empresaria y estrella de televisión rindió tributo a su musa de toda la vida, Elizabeth Taylor, con un detalle que dejó sin aliento a los asistentes: unos aretes de diamantes que alguna vez pertenecieron a la actriz, valuados en casi 400 mil dólares
Un homenaje deslumbrante a Elizabeth Taylor cautivó la pasarela de París. Kim Kardashian, en un acto de reverencia a la icónica actriz, lució unos pendientes de diamantes que pertenecieron a la estrella de Hollywood. Los accesorios, conocidos como los Mike Todd Diamond Pendant Earrings, son piezas históricas que fueron subastadas en 2011 por la impresionante cifra de 374,500 dólares. La diseñadora Lorraine Schwartz, amiga tanto de la familia Kardashian como de Taylor, fue quien adquirió las joyas en Christie’s. "Eran uno de los favoritos de Elizabeth, los usó durante décadas," confirmó una fuente cercana.
Pero la opulencia no se limitó a los pendientes. Kardashian complementó su look con un sofisticado atuendo inspirado en la estética de Taylor: un vestido beige ajustado con detalles de encaje, recordando el icónico diseño que Taylor usó en La gata sobre el tejado de zinc (1958), junto a un abrigo de piel y zapatos de tacón en tonos neutros, completando un homenaje a la elegancia clásica de la leyenda.
El vínculo entre Kardashian y Taylor trasciende la moda. En 2011, Kardashian realizó la última entrevista a Taylor antes de su muerte para Harper’s Bazaar. Recientemente, Kim recordó a la BBC: "Siempre me atrajo Elizabeth. Hablamos sobre el poder y la belleza, sobre luchar por lo que crees." La noche fue testigo también de la presentación de la última colección de Demna para Balenciaga, antes de su transición a Gucci. Un público estelar, incluyendo a Lauren Sánchez, Lorde y Nicole Kidman, observó atentamente a Kardashian, quien ya había generado revuelo en las calles parisinas días antes con un impactante vestido neón y botas pantalón de la misma marca.
La velada culminó con un detalle único: Kim lució una camiseta con su propio rostro estampado, parte de la nueva colección de Balenciaga. Un guiño a su indiscutible influencia, tan brillante como los diamantes que iluminaron la capital francesa; un testimonio de la perdurable magia de Hollywood y el poder de un homenaje atemporal.
