Harry y Meghan, una escapada a Disneyland en medio del escándalo
Un escape familiar a un lugar mágico se ha convertido en noticia, generando una ola de comentarios en redes sociales; la familia real, en medio de la controversia, ha buscado refugio en un espacio que evoca alegría y fantasía
Un video filtrado de la pareja real, mostrando a Meghan Markle bailando en camisón durante el parto de Lilibet, ha generado una ola de controversias en redes sociales. Este inusual registro doméstico, que muestra a Harry con sudadera verde y jeans observando, ha eclipsado la reciente escapada familiar a Disneyland, donde la familia disfrutó de dos días de diversión en los parques temáticos.
La publicación del video, que coincide con la celebración del cuarto cumpleaños de Lilibet, muestra a la pareja real en un momento íntimo y ha dividido la opinión pública. Mientras algunos lo consideran un acto personal y entrañable, otros lo califican como inapropiado y extraño. La polémica se intensifica con la publicación simultánea de fotos inéditas de Lilibet, una recién nacida y otra en un barco, compartidas por Meghan con un emotivo mensaje.
A pesar del revuelo causado por el video del parto, la familia real se dedicó a disfrutar de su visita a Disneyland y Disney California Adventure. En un video publicado en Instagram, se les ve compartiendo momentos entrañables: encuentros con personajes de Disney, paseos en atracciones populares y compras de souvenirs. Los rostros de Archie y Lilibet aparecieron estratégicamente cubiertos con corazones, una decisión que ha alimentado aún más el debate en las redes sociales.
La publicación de Instagram, acompañada de la canción "It's a Good Day" de Peggy Lee, muestra a la familia aparentemente feliz y despreocupada. Sin embargo, la controversia generada por el video filtrado planea sobre este intento de mostrar una imagen idílica. La decisión de publicar un video tan personal en un momento tan delicado ha sido criticada por muchos, quienes cuestionan la privacidad y el buen juicio de la pareja.
Mientras la polémica continúa en redes sociales, la familia real parece haber dejado atrás el incidente y se centra en su vida familiar. La escapada a Disney ha servido como un respiro de la tormenta mediática, aunque la publicación de imágenes y videos ha resultado ser una estrategia de comunicación con resultados impredecibles. El debate sobre la privacidad de la familia real y los límites de la exposición pública continúa.
La imagen pública de la familia ha quedado, una vez más, marcada por la controversia, dejando a la opinión pública dividida y generando un nuevo capítulo en la saga de los Sussex.