Lucerito Mijares: Superando la separación de sus padres
Crecer bajo la luz pública no siempre es fácil. Para muchos, la imagen idílica de una familia famosa oculta complejidades que solo se vislumbran con el tiempo
En un mundo donde las separaciones de figuras públicas suelen estar envueltas en drama y especulación, la historia de la familia Mijares-Lucero ofrece un relato conmovedor de resiliencia y armonía. Lucerito Mijares, la talentosa hija de Lucero y Manuel Mijares, comparte con TVyNovelas una perspectiva única sobre la separación de sus padres, ocurrida cuando ella tenía solo seis años.
Lucerito Mijares, lejos de pintar un cuadro de conflicto, destaca la excepcional relación que mantienen sus padres hasta el día de hoy. Con una madurez sorprendente para sus 20 años, la joven cantante describe una infancia libre de tensiones y marcada por el amor y el apoyo incondicional de ambos progenitores. “Ellos se llevan increíblemente bien. Para mí, eso es invaluable, porque los hijos somos los que más sufrimos en estos casos. Estoy eternamente agradecida por la relación que mantienen, es algo que ha beneficiado enormemente a nuestra familia”, expresa con emotividad.
La estrategia de crianza implementada por Lucero y Manuel Mijares se revela como un factor clave en la salud emocional de Lucerito y su hermano, José Manuel. “Nunca presencié peleas, gritos, nada de eso. Mis papás siempre nos protegieron de cualquier conflicto”, afirma Lucerito, enfatizando la importancia del ambiente familiar estable que la rodeó. El hecho de que ninguno de los hermanos necesitara terapia tras la separación habla volúmenes sobre la capacidad de sus padres para manejar la situación con madurez y responsabilidad.
Con un mensaje esperanzador para otros hijos de padres separados, Lucerito añade: “Si hay discusiones y peleas, recuerden que no es culpa de ustedes. Las parejas discuten, es normal, pero nada debe generar culpa o afectar su bienestar a futuro”. Esta perspectiva madura y empática refleja la inteligencia emocional que Lucero y Manuel Mijares lograron inculcarles a sus hijos.
El anuncio de la separación de Lucero y Manuel Mijares en marzo de 2011, tras 14 años de matrimonio, fue un comunicado conjunto que priorizó el bienestar de sus hijos. Han pasado años, cada uno ha seguido su propio camino, pero la fortaleza de este lazo familiar demuestra que es posible reconstruir la vida tras una separación, creando una nueva normalidad basada en el respeto, la amistad y el amor incondicional. La historia de esta familia es un faro de esperanza, una lección valiosa en un mundo donde la imagen pública a menudo distorsiona la realidad privada.