Suiza confirma la suspensión de Valieva y reasigna la medalla de equipo en Beijing 2022

No fue un error. Fue un sistema que usó a una niña. Ahora, el tribunal la calló. Las medallas volvieron a EE.UU., pero nadie celebró. Ella patina en silencio. Y el mundo ya no la mira como antes.

Suiza confirma la suspensión de Valieva y reasigna la medalla de equipo en Beijing 2022

El Tribunal Federal Suizo ha dado por cerrado el capítulo más polémico del patinaje artístico moderno: rechazó sin margen de duda la última apelación de Valieva para anular la suspensión de cuatro años impuesta por el Tribunal de Arbitraje Deportivo en enero del año pasado. Además, el fallo le impone el pago de 7.000 francos suizos (≈8.700 USD) en costos judiciales y 8.000 francos suizos (≈10.000 USD) a la Agencia Mundial Antidopaje y a la Unión Internacional de Patinaje —una multa que, en términos prácticos, equivale a más de un año de entrenamiento en un centro de alto rendimiento.

Todo comenzó con una muestra de orina recolectada seis semanas antes del Campeonato Ruso, donde se halló rastros de trimetazidina, un fármaco cardíaco prohibido por su efecto estimulante. La defensa de Valieva, entonces una adolescente de 15 años, argumentó que la sustancia llegó a su sistema a través de un postre de fresas preparado por su abuelo —una historia que, en los círculos deportivos, se convirtió en leyenda urbana. El tribunal la calificó como una conjetura sin fundamento técnico, señalando que incluso los expertos rusos que la respaldaron admitieron que la ingestión intencional era la explicación más lógica.

Los abogados intentaron apoyarse en un artículo de The Associated Press de septiembre de 2024, que detallaba experimentos realizados en 2022 por un científico ruso bajo encargo de autoridades antidopaje de su país. El estudio sugería que, en teoría, la contaminación cruzada era posible. Pero los cinco jueces suizos no se dejaron llevar por lo teórico: no es suficiente que algo sea posible si no es probable. “No se trata de inventar excusas con datos aislados”, dijo uno de los magistrados en la lectura del fallo. “Se trata de responsabilidad, incluso cuando eres una niña en medio de un sistema que te usó como bandera”.

  • El tribunal rechazó el artículo como prueba decisiva: demasiado especulativo, demasiado tardío.
  • Las nuevas afirmaciones de la defensa fueron catalogadas como reiteraciones sin nueva evidencia.
  • Valieva, ya de 19 años, regresó a la pista la semana pasada —entrenando en silencio, sin competir—, mientras espera que su suspensión expire en diciembre. Nadie sabe si volverá a patinar en competencia, pero sí saben que ya no es la niña que una vez levantó a Rusia en los Juegos.

La consecuencia más visible del fallo llegó en forma de medallas: Rusia perdió el oro olímpico por equipo, y Estados Unidos, tras años de espera, finalmente lo recibió en París, durante los Juegos de Verano. La ceremonia fue breve, casi íntima. Nadie celebró. Solo se vieron manos temblorosas, miradas que no se encontraban, y una banda que tocó el himno estadounidense como si fuera un lamento.

Con la suspensión vigente, Valieva quedará fuera de los Juegos Olímpicos de Invierno de Milán 2026. Pero en el mundo del patinaje, las puertas nunca se cierran del todo. Algunos dicen que volverá. Otros, que ya no es la misma. Lo que sí es cierto: su nombre ya no se pronuncia con admiración, sino con una mezcla de tristeza y escepticismo. En la frontera, donde los sueños se cruzan con las reglas, nadie olvida cuando una historia se convierte en advertencia.