Cachorros de Chicago vencen a los Padres y avanzan a la siguiente ronda de playoffs
El ambiente en el Wrigley Field era eléctrico. Más de 40 mil aficionados, vestidos de azul y rojo, coreaban cada jugada como si fuera la última
Después de seis largos años de espera, los Cachorros de Chicago volvieron a brillar en octubre, y lo hicieron con un triunfo contundente ante los Padres de San Diego. El joven prospecto Pete Crow-Armstrong, que muchos consideraban una apuesta arriesgada, se convirtió en el héroe inesperado al conectar un sencillo productor frente a un Yu Darvish que no pudo encontrar su ritmo en todo el juego.
El veterano lanzador japonés, conocido por su dominio en el montículo, se vio vulnerable desde el primer inning, y los Cachorros no tardaron en aprovecharlo. Sin embargo, el partido no solo se definió por el bateo. Mientras el bullpen de los Padres se desplomaba, la sólida defensiva de Chicago dejó claro por qué se considera una de las mejores de la liga. "Cada jugada fue clave. No regalamos nada", dijo Craig Counsell, el manager de los Cachorros, quien ahora se medirá a su exequipo, los Cerveceros, en la siguiente ronda.
El juego comenzó con un cuadrangular solitario de Michael Busch en el cuarto inning, y Jameson Taillon mantuvo a los Padres a raya con cuatro entradas en blanco. Aunque el cierre estuvo cargado de tensión, con Brad Keller permitiendo un jonrón de Jackson Merrill y golpeando a dos bateadores, Andrew Kittredge logró salvar el juego y asegurar la victoria para Chicago.
Mientras tanto, la ofensiva de los Padres, que venía como una de las más temidas de la Liga Nacional, quedó en silencio. Fernando Tatis Jr., Manny Machado y Xander Bogaerts apenas lograron tres hits entre los tres, una actuación muy por debajo de las expectativas cuando más lo necesitaban.
Ahora, los Cachorros se preparan para enfrentarse a los Cerveceros en una serie que promete ser especialmente emotiva para Counsell, quien volverá al American Family Field, donde los fanáticos de Milwaukee no le han perdonado su salida del equipo. Por otro lado, en San Diego, las preguntas sobre el futuro de Bob Melvin como manager comenzarán a surgir, junto con la incertidumbre sobre qué cambios se realizarán en una plantilla que, una vez más, no cumplió con las altas expectativas.