Ohtani y Kershaw lideran la resurrección de los Dodgers ante Orioles
El ambiente en el Dodger Stadium olía a redención este domingo. Después de cinco derrotas seguidas que encendieron alarmas en la afición, el equipo angelino necesitaba un parteaguas
Los Dodgers de Los Ángeles demostraron una vez más su poderío al derrotar a los Orioles de Baltimore con un contundente 5-2, en un juego que dejó a los fanáticos con la boca abierta.
Clayton Kershaw, la leyenda zurda, fue el maestro de ceremonias en la lomita. Dominó a la ofensiva de Baltimore con 8 ponches en 5.2 entradas, permitiendo solo 4 hits. Su precisión y control fueron inigualables, dejando claro que aún conserva la magia que lo ha caracterizado durante su ilustre carrera. "Kershaw fue simplemente espectacular," comentó un emocionado Dave Roberts, manager de los Dodgers, tras el encuentro.
Pero la victoria no se quedó solo en la brillante actuación de Kershaw; el bateo de los Dodgers fue una sinfonía de poder y precisión:
- Shohei Ohtani, el fenómeno japonés, conectó dos impresionantes jonrones. El segundo, un cohete de 434 pies que se perdió en el jardín derecho, fue una demostración de su fuerza bruta y talento excepcional.
- Mookie Betts, el versátil y siempre confiable jardinero, aportó con un cuadrangular solitario en la quinta entrada, sellando el triunfo de los Dodgers.
- Miguel Rojas, demostrando su valor como jugador utility, conectó un sólido 4-1, aportando a la ofensiva desde la parte baja de la alineación.
Los Orioles, que llegaban con una racha de cinco victorias, se encontraron con una muralla infranqueable en el montículo y en el plato. El bullpen de Los Ángeles, con las sólidas actuaciones de Justin Wrobleski y Jack Dreyer, quien logró su tercer salvamento de la temporada, cerró el encuentro con autoridad.
A pesar de la derrota, los boricuas Emmanuel Rivera (4-2 con una anotada y una producida) y Luis Vázquez (4-1), así como el dominicano Jorge Mateo (4-1), intentaron mantener a los Orioles en el juego con algunos hits. Sin embargo, no fue suficiente para frenar la contundente victoria de Los Ángeles.
El triunfo de los Dodgers, más allá del marcador final, significó el fin de una mala racha y el retorno de la confianza en un equipo con el potencial para llegar lejos. El futuro se ve promisorio, pero solo el tiempo dirá si este triunfo marca un verdadero punto de inflexión en su temporada.