Buenos Aires veta el ingreso de hinchas chilenos hasta 2027 por disturbios

La violencia en el fútbol volvió a encender las alarmas en Sudamérica, y esta vez las consecuencias tendrán un alcance histórico. Las autoridades de la provincia de Buenos Aires tomaron una medida sin precedentes contra la hinchada de Universidad de Chile, luego de los disturbios que obligaron a suspender el partido ante Independiente en la Copa Sudamericana

Buenos Aires veta el ingreso de hinchas chilenos hasta 2027 por disturbios

Consecuencias devastadoras para el fútbol argentino tras la batalla campal en Avellaneda: la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (APREVIDE) ha tomado una decisión sin precedentes.

"Disponer en todo el territorio de la Provincia de Buenos Aires la prohibición absoluta del ingreso de público visitante a eventos deportivos hasta el 31 de diciembre de 2027", reza la resolución que sacude al mundo del fútbol. Esta medida, que afecta tanto a partidos oficiales como amistosos, es una respuesta contundente a los violentos incidentes del 20 de agosto entre hinchas de Independiente y Universidad de Chile, que dejaron un saldo de más de 100 detenidos y 19 heridos.

La APREVIDE detalla los hechos que llevaron a esta drástica sanción:

  • La incursión violenta de miembros de las barras bravas de Independiente en la zona destinada a la hinchada visitante.
  • El uso indiscriminado de armas contundentes, incluyendo palos y barras de metal, por parte de algunos aficionados chilenos.
  • La destrucción sistemática de infraestructura del estadio, con daños significativos en puestos de comida y baños.

Mientras la CONMEBOL analiza el futuro de la serie, interrumpida con un marcador global de 2-1 a favor de Universidad de Chile, la APREVIDE ha impuesto sanciones adicionales a aproximadamente 40 hinchas de Independiente, prohibiéndoles el acceso a eventos deportivos hasta que la justicia determine su responsabilidad en los disturbios. Independiente acusa un "plan de violencia premeditado" por parte de la hinchada visitante, mientras que Universidad de Chile niega las acusaciones y reclama su pase a cuartos de final para enfrentarse a Alianza Lima.

El caso ha llegado a la CONMEBOL, donde ambos clubes presentan versiones contrapuestas. La controversia se ha extendido internacionalmente, con imágenes que impactaron al mundo. Las consecuencias de esta jornada de violencia se harán sentir durante los próximos cuatro años, impactando profundamente la experiencia de los hinchas chilenos que pretendan seguir a su equipo en suelo bonaerense. El futuro del fútbol argentino se encuentra ahora en un punto de inflexión, marcada por la necesidad urgente de abordar la problemática de la violencia en los estadios.