Brutalidad en Libertadores: Decenas de detenidos y heridos graves
El olor a pólvora y adrenalina aún flotaba en el aire del estadio Libertadores de América cuando la violencia escaló a niveles que nadie esperaba. Lo que comenzó como un partido clave por la Copa Sudamericana terminó en caos, sangre y decenas de detenidos
Un partido de fútbol que prometía ser una emocionante contienda internacional terminó en un baño de sangre y un escándalo que sacude al mundo del deporte. La violencia desatada en el estadio Libertadores de América dejó una estela de heridos, detenidos y una profunda indignación en ambos países involucrados.
La tragedia se desató durante el encuentro entre Independiente de Avellaneda y la Universidad de Chile, cuando hinchas del equipo visitante se enfrentaron a las barras bravas locales. La brutalidad fue tal que algunos hinchas chilenos, desesperados por escapar de la golpiza, se lanzaron desde las gradas superiores del estadio, sufriendo lesiones graves.
Según testigos presenciales, la escena fue dantesca: hinchas chilenos, desnudos y ensangrentados, suplicaban piedad mientras eran atacados salvajemente. La ausencia de una respuesta efectiva por parte de las fuerzas de seguridad argentinas agrava aún más la situación, generando fuertes críticas y cuestionamientos sobre la capacidad de respuesta ante situaciones de emergencia en eventos deportivos de magnitud.
El saldo oficial de la jornada negra es alarmante: más de 100 personas detenidas y al menos una veintena de heridos, entre ellos Gonzalo Alfaro, un joven chileno que lucha por su vida tras sufrir un severo traumatismo craneoencefálico que requiere cirugía de urgencia. "Su pronóstico es reservado", confirmaron fuentes médicas.
Una cronología de los hechos:
- Incidentes entre aficionados de la Universidad de Chile en la tribuna superior, con lanzamiento de objetos.
- Inacción policial, justificada en la "prevención de males mayores".
- Invasión del sector visitante por barras de Independiente, armados con armas contundentes.
- Dos hinchas chilenos saltaron al vacío desde una altura aproximada de 5 metros para escapar de la violencia.
La respuesta internacional fue inmediata. El presidente chileno, Gabriel Boric, calificó los sucesos como un "acto de barbarie inaceptable", anunciando el envío de una comisión gubernamental a Argentina para exigir explicaciones y colaborar en la investigación. Néstor Grindetti, presidente de Independiente, atribuyó los hechos a la conducta de los hinchas visitantes y anunció que presentarán su descargo ante CONMEBOL.
CONMEBOL confirmó la suspensión definitiva del partido, que se encontraba 2-1 a favor de la U, e iniciará un proceso disciplinario contra Independiente, donde se prevén sanciones ejemplares por las fallas en el operativo de seguridad. La decisión sobre la reanudación del partido o un resultado alternativo se tomará en los próximos días.
Imágenes impactantes publicadas en redes sociales muestran la brutalidad de los ataques, la pasividad policial y la violencia incontrolada en el estadio. El video de dos jóvenes saltando al vacío para evitar la golpiza se ha convertido en un símbolo de la tragedia. La indignación y la consternación son los sentimientos predominantes en la opinión pública.
Esta tragedia renueva la necesidad urgente de medidas drásticas contra la violencia en el fútbol sudamericano. La impunidad y la falta de protocolos eficaces de seguridad, parecen ser las principales causas de estos sucesos. ¿Hasta cuándo seguiremos presenciando escenas como esta? La pregunta retumba, exigiendo respuestas contundentes y soluciones efectivas antes de que se lamente otra víctima.