Swiatek busca el doblete: Cincinnati a Nueva York en 12 horas

Iga Swiatek, tras alzar el trofeo en Cincinnati, se embarcó en un viaje relámpago a Nueva York. Un vuelo privado, un cambio de escenario radical y apenas tres horas de sueño precedieron su debut en el US Open de dobles mixtos junto a Casper Ruud. La presión era inmensa: el prestigioso torneo, la nueva modalidad y el escaso tiempo de descanso.

La polaca, número dos del mundo, superó las expectativas. Su desempeño en la cancha, junto a Ruud, fue asombroso. No solo jugaron, sino que avanzaron a cuartos de final, asegurando un jugoso premio. "Fue un cambio de ritmo emocionante, una forma de evitar la complacencia tras la victoria," explicó Swiatek, reflejando la adrenalina del martes.

La logística fue una operación milimétrica:

• El despegue del avión privado se produjo apenas 90 minutos después de su triunfo en Ohio.
• Ruud, eliminado en primera ronda del individual, siguió en secreto la final de Cincinnati desde un restaurante neoyorquino.
• El equipo médico trabajó incansablemente durante el vuelo para ayudar a la recuperación muscular de Swiatek.

Mientras figuras como Carlos Alcaraz sucumbían en esta nueva modalidad de dobles mixtos, la dupla polaco-noruega demostró una química sorprendente. "Vi a Iga entrenando a las 10 AM como si nada, ¡increíble dedicación!", comentó un admirado Ruud.

Este vertiginoso ritmo es una consecuencia del innovador formato del US Open, que por primera vez integra a las estrellas del individual en la competencia de dobles mixtos. Lo que antes era una semana de descanso, ahora representa un desafío físico y mental extremo.

Con los cuartos de final a la vuelta de la esquina, Ruud bromeó asegurando que su compañera "dormirá como un tronco". La hazaña de Swiatek ya se considera un nuevo referente de resistencia en el tenis profesional, redefiniendo los límites de la dedicación y la capacidad de adaptación.