Fútbol de lujo, estadios vacíos: el Mundial de Clubes que nadie pidió
El Mundial de Clubes FIFA 2025 dejó más preguntas que certezas tras su polémica edición en Estados Unidos. Lo que prometía ser un espectáculo global terminó convertido en un laboratorio de experimentos: desde precios de boletos que se desplomaron horas antes de los partidos hasta jugadores exhaustos bajo un calor extremo que obligó a retrasar seis encuentros por casi nueve horas acumuladas
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, lo dijo sin titubeos: “Ya es la competencia de clubes más exitosa del mundo.” Sin embargo, la realidad en las tribunas y los comentarios de grandes nombres del fútbol pintan un panorama muy diferente. El nuevo formato del Mundial de Clubes, con 32 equipos, ha sido recibido con escepticismo, cuando no con abierto rechazo. Jürgen Klopp lo resumió con dureza: “La peor idea jamás implementada en el fútbol.”
Las cifras no lo contradicen. Solo se vendió el 62% de las entradas disponibles, dejando más de 1.5 millones de asientos vacíos. La FIFA evitó dar detalles sobre qué estadios se vieron más afectados. Mientras tanto, los precios de las entradas se desplomaron: un ejemplo llamativo fue la semifinal entre Chelsea y Fluminense, cuyo valor cayó de $473.90 a tan solo $13.40 dólares.
El torneo también dejó un saldo físico preocupante. Varios jugadores, como Jamal Musiala del Bayern Múnich, sufrieron lesiones graves jugando bajo temperaturas superiores a los 32°C y en condiciones climáticas extremas. El césped del MetLife Stadium, futura sede de la final del Mundial 2026, fue duramente criticado: el técnico del Borussia Dortmund lo comparó con un “green de golf”.
A pesar de estas sombras, el fútbol sudamericano tuvo razones para celebrar. Los cuatro equipos brasileños alcanzaron la fase de eliminación, y Botafogo sorprendió al eliminar al PSG. Fluminense, liderado por Renato Gaúcho, elogió el momento: “El fútbol brasileño recuperó credibilidad.”
En contraste, la carga de partidos (hasta 65 por equipo en la temporada) despertó preocupación. Pep Guardiola advirtió que el cansancio acumulado puede convertirse en una crisis para el fútbol global en noviembre o diciembre.
Tampoco la audiencia televisiva en Estados Unidos fue motivo de orgullo: apenas 418,000 espectadores en inglés y 551,000 en español. Lionel Messi atrajo miradas con Inter Miami, invitado sin méritos deportivos, mientras grandes ausentes como Liverpool, Barcelona y Napoli hicieron evidente el vacío competitivo.
De momento, la FIFA no ha aclarado si mantendrá los descuentos masivos ni cómo ajustará un formato que, aunque ambicioso, sigue sin convencer al corazón del deporte más popular del planeta.