Djokovic lidera demanda contra ATP, WTA e ITF

El mundo del tenis profesional, con sus millones de seguidores y jugosos contratos, es un escenario donde la rivalidad se extiende más allá de la cancha. Detrás de los saques ganadores y las voleas precisas, existe una compleja estructura de poder que, según algunos, necesita una revisión

Djokovic lidera demanda contra ATP, WTA e ITF

El mundo del tenis profesional se encuentra en vilo ante una batalla legal sin precedentes. En el ojo del huracán está la Asociación de Jugadores Profesionales de Tenis (PTPA), una organización que ha desafiado el statu quo del deporte blanco con una demanda antimonopolio que sacude los cimientos de la ATP, WTA, ITF e ITIA.

La PTPA, impulsada por figuras como Novak Djokovic y Vasek Pospisil, alega prácticas monopólicas que restringen los ingresos de los jugadores. La demanda, presentada en marzo, acusa a las organizaciones tenísticas de formar un "cartel" que manipula los premios y limita la competencia entre circuitos. Entre los jugadores que respaldan esta audaz iniciativa se encuentran nombres como Nick Kyrgios, Reilly Opelka y Tennys Sandgren, mostrando una creciente disidencia dentro del circuito.

Sin embargo, la respuesta de la ATP, WTA, ITF e ITIA ha sido contundente y unánime. En una moción conjunta, estas entidades solicitaron al tribunal federal de Nueva York que desestime la demanda, argumentando que la PTPA carece de la legitimidad legal para presentar dicha demanda por no ser un sindicato formalmente constituido y carecer de estructura organizacional adecuada. La falta de afiliación formal y la ausencia de cuotas de sus miembros se citan como argumentos clave para rechazar la demanda.

La WTA, por su parte, presentó una moción separada para desestimar la participación de los tenistas masculinos en la demanda contra el circuito femenino, destacando la falta de conexión directa entre ambos. Propone, además, un arbitraje vinculante para las tenistas femeninas involucradas. La estrategia legal adoptada por cada bando refleja la complejidad del caso y la magnitud de los intereses en juego.

El futuro de esta batalla legal es incierto, pero sus consecuencias podrían remodelar el panorama del tenis profesional para siempre. El silencio por parte de la PTPA, a través de su director ejecutivo Ahmad Nassar, frente a las recientes mociones, sólo intensifica la expectativa por la resolución del conflicto y sus implicaciones a largo plazo.