El Inter de Milán se clasifica para semifinales de Champions tras una victoria épica
La Champions League está a fuego lento. Esta semana, el viento milanés fue testigo de una batalla épica, una de esas noches que se recuerdan por años
El silbatazo final resonó en el San Siro, un eco que celebraba la victoria épica del Inter de Milán. La euforia desbordaba las gradas, una ola de alegría que inundaba cada rincón del estadio. Un triunfo agónico, un pase a semifinales forjado en el fuego de una batalla épica.
Pero para comprender la magnitud de este triunfo, debemos retroceder al inicio del encuentro: el Inter de Milán, con su habitual garra, se enfrentaba al poderoso Bayern Munich, en un partido que prometía emociones fuertes. Un enfrentamiento entre dos gigantes, un choque de estilos, y en el corazón de la contienda, un jugador con una historia particular: Benjamin Pavard.
El defensa francés, recién llegado al Inter procedente del Bayern, se encontraba frente a sus ex-compañeros, en un escenario cargado de simbolismo. El marcador, al descanso, reflejaba un empate a uno, con gol de Harry Kane para los locales. La segunda mitad fue un torbellino de emociones, una montaña rusa de goles que mantuvo a la afición al borde del asiento.
Lautaro Martínez abrió el camino de la remontada, un tanto que encendió la llama de la esperanza en el San Siro. Pero la guinda del pastel la puso, de forma inesperada, Benjamin Pavard, quien anotó su primer gol con la camiseta del Inter, un tanto que selló temporalmente la victoria. A pesar del gol de Eric Dier que acortó distancias, el resultado global de 4-3 favoreció al conjunto italiano, enviándolos a las semifinales.
Este triunfo consolida el resurgimiento del Inter, que ya había dado un golpe de autoridad en la ida, venciendo al Bayern en su propio terreno por 2-1, una victoria histórica que marcó la primera derrota del equipo alemán en casa en la Champions League en casi cuatro años. Ahora, bajo la dirección de Simone Inzaghi, el Inter sueña con emular la hazaña de 2010, cuando, de la mano de José Mourinho, conquistaron la Champions League y lograron el ansiado triplete. En semifinales les espera un desafío mayúsculo: el FC Barcelona, un rival que pondrá a prueba su temple y su capacidad.
El sueño de la final está más vivo que nunca. El Inter de Milán, con su espíritu indomable y su fútbol vibrante, ha demostrado que está entre los mejores de Europa. El camino es largo y difícil, pero la ilusión sigue intacta. La historia está por escribirse.